Alejandro S. Garrido

Ciudad y progreso 

( City and Progress )




Museo de Arte Contemporáneo Español
Patio Herreriano, Valladolid

Feb – Sep, 2020
Obra expuesta ( Exhibited works ):
The Platform, City of London, Corea. A Parallel Story

Texto de ( Essay by ) Virginia Lázaro Villa (pdf):
 ·  Soledad o progreso   
 ·  Loneliness or Progress






La exposición Ciudad y progreso, la primera muestra institucional de Alejandro S. Garrido (Madrid, 1986) en España, es una reflexión en torno a la creación, el crecimiento y la organización de las ciudades desde dos perspectivas diferentes, una de carácter histórico y otra que nace a partir de un análisis detenido de nuestro presente. Instalada en las salas 1 y 2, la muestra reúne trabajos fotográficos perteneciente a tres series de trabajo: Corea, 2016-2017; City of London, 2019, y The Platform, 2019-2020, una serie de nueva producción que se exhibe por vez primera en esta exposición.

Garrido vive en la actualidad en Londres, donde viene observando las transformaciones urbanas que se están dando como resultado de la asfixiante presión del sistema económico imperante. Este es el asunto que le ha mantenido ocupado desde que trasladara ahí su residencia hace dos años. La capital británica, nos cuenta el artista, es posiblemente el lugar en el que estos cambios están dándose con mayor claridad y en la que el espacio público se está convirtiendo en una realidad menguante, bajo la amenaza institucionalizada y perenne de los grandes poderes privados y con la connivencia, muchas veces, de los estamentos oficiales. El efecto que esta deriva produce en las subjetividades es un asunto que se encuentra en el centro del trabajo de Garrido, quien desarrolla un tipo de fotografía de insobornable rigor documentalista. Su interés reside tanto en el modo en que la ciudad crece como en la progresiva desaparición de la singularidad en favor de una homogeneidad flagrante. Una imagen muy reveladora perteneciente a su última serie presenta a la mítica central eléctrica de Battersea, un icono del patrimonio industrial británico, que se encuentra a un paso de convertirse en centro comercial y complejo residencial de lujo rodeado de prescindibles edificios de arquitectura comercial y de zonas ajardinadas que Garrido interpreta no tanto como espacios de uso público, sino como ejemplos nítidos de los impecables espacios corporativos que proliferan, clonados, en las grandes ciudades occidentales.

Junto a las recientes fotografías de Londres, en las que Garrido desliza un discurso en torno a un fenómeno global, la muestra incluye también un contrapunto en la serie Corea, perteneciente a la colección del Museo Reina Sofía, un trabajo que se detiene en un asunto relativo a la historia de nuestro país. La serie, que integran 88 fotografías y un fuerte aparato documental, versa sobre las barriadas construidas en los años cincuenta en los márgenes de un número de ciudades medias españolas como León, Toledo, A Coruña, Palencia, Huesca o Palma de Mallorca. Esta forma de urbanismo coincide con la guerra de Corea, de ahí su título, y con los Pactos de Madrid de 1953, a partir de los cuales Estados Unidos, en su voluntad de fortalecer a quienes combatían al comunismo, aliviaba las arcas del régimen.

En Corea se sitúa, de algún modo, el origen de lo que vemos en la serie de Londres, un tipo de gestión de lo social, en este caso, el urbanismo, que es reflejo claro de las necesidades más o menos perversas del poder. Si entonces éste era eminentemente ideológico, el contexto contemporáneo señala la dirección hacia la que ha virado el poder, que no es otra que la desaforada y en ocasiones maquiavélica interpretación que el capitalismo hace de lo que nos es común. Ambas series de trabajo delatan la tensa relación que el poder teje con el otro, ya sea ese otro el comunista, el pobre, o quien sencillamente construye su modos de vida desde un énfasis en lo propio. Si Corea muestra barriadas de parecido corte en las diferentes ciudades en la que se gestan, en Londres vemos un denominador común en la semejanza los patrones corporativos sustentan los nuevos modelos de ciudad.
The exhibition entitled Ciudad y progreso (City and progress), the first institutional exhibition by Alejandro S. Garrido (Madrid, 1986) in Spain, is a reflection on the creation, growth and organization of cities from two different points of view; one of them historical and another that was born of a detailed analysis of our present. Installed in rooms 1 and 2, the exhibition brings together photographs belonging to three different projects: Corea, 2016-2017, City of London, 2019 and The Platform, 2019-2020, a new series that is being exhibited for the first time here.

Garrido currently lives in London, where he has been observing the urban transformations taking place as a result of the suffocating pressure of the prevailing economic system. This is what has been keeping him busy since he moved there two years ago. The artist tells us that the capital of Great Britain is possibly where these changes are taking place most clearly, where public space is on the wane, under the institutionalized and permanent threat of the great private powers and very often with the collusion of the public authorities. The effect that this trend has on subjectivities is something that lies at the core of Garrido’s work, as he develops a kind of photography of uncorruptible documentalist rigour. His interest lies in both the way the city is growing and in the progressive disappearance of uniqueness, which is being replaced by a flagrant homogeneity. One of the most revealing images in the latest series shows the mythical power station of Battersea, an icon of British industrial heritage, which is just moments away from being turned into a shopping centre and luxury residential complex, surrounded by expendable buildings of commercial architecture and gardens which Garrido interprets not so much as public spaces but rather as clear examples of the impeccable corporate spaces which are proliferating, clones of each other, in the major western cities.

Together with the recent photographs of London, in which Garrido’s discourse turns to a global phenomenon, the exhibition also includes a counterpoint in the series Corea, which belongs to the MNCARS, a project in which he focuses on a matter that is related to the history of Spain. The series, which consists of 88 photographs and a powerful documentary apparatus, deals with the neighbourhoods built in the 1950s on the outskirts of a number of medium-sized Spanish cities such as León, Toledo, A Coruña, Palencia, Huesca and Palma de Mallorca. This kind of town planning coincided with the Korean War, hence the title, and with Madrid Pacts of 1953, when the United States, in its desire to lend strength to anyone who fought against communism, eased the pressure on the regime’s treasury.

In Corea, in a way, lies the origin of what we see in the London series, a kind of social management —in this case town planning— which is a clear reflection of the more or less perverse needs of power. If at the time it was eminently ideological, the contemporary context points in the direction power has turned to, which is no less than the frenzied and at time Machiavellian interpretation capitalism makes of what we all have in common. Both series betray the tense relationship that power weaves with the other, whether the other is communist, poor, or simply someone who builds up his way of life from an emphasis on what is his own. If Corea shows neighbourhoods which are similar although in different cities where they spring up, in London we can see a common denominator in the similarity of how corporate patterns sustain the new models of the city.